Según un informe que cita fuentes de inteligencia, el ataque de represalia planeado por Israel se pospuso tras la fuga de documentos militares clasificados de EE. UU. Los archivos filtrados detallaban planes específicos de la operación de Israel, lo que llevó a los funcionarios israelíes a revisar su estrategia y retrasar la respuesta.
Los documentos clasificados se compartieron inicialmente en un canal de Telegram pro-Irán antes de circular en plataformas de redes sociales, incluido X (anteriormente conocido como Twitter). La información sensible incluía detalles sobre la intención de Israel de utilizar misiles balísticos en el ataque, dando a Teherán la oportunidad de anticipar patrones de ataque potenciales y prepararse adecuadamente.
Una fuente de inteligencia, familiarizada con los preparativos de Israel, reveló que la fuga tuvo un impacto significativo en el cronograma del ataque. “La difusión de los documentos estadounidenses retrasó la operación, ya que fue necesario ajustar ciertos elementos estratégicos y tácticos”, dijo la fuente. “Un ataque de represalia sigue estando planeado, pero está llevando más tiempo de lo inicialmente previsto.”
Objetivos Planeados y Ajustes Tácticos
El plan original de Israel tenía como objetivo instalaciones militares pertenecientes a la Guardia Revolucionaria Iraní. El ataque estaba previsto como respuesta al ataque iraní del 1 de octubre, durante el cual se lanzaron más de 180 misiles balísticos contra Israel. Sin embargo, Israel había asegurado a sus aliados que la operación evitaría las instalaciones nucleares y la infraestructura petrolera de Irán para minimizar una escalada regional más amplia.
Los documentos filtrados, clasificados como “top secret” y datados el 15 y 16 de octubre, delineaban las especificaciones de los preparativos militares israelíes. Esto incluía un ejercicio de despliegue a gran escala de la fuerza aérea y un ejercicio de reabastecimiento aéreo, cruciales para operaciones de largo alcance. Los documentos también hacían referencia a la preparación de al menos 16 misiles balísticos lanzados desde el aire, con el nombre en clave “Golden Horizon”, junto con otros 40 misiles, llamados “ISO2” o “Rocks”. Estos últimos son misiles tierra-aire desarrollados por el contratista de defensa israelí Rafael, diseñados para objetivos de larga distancia y capaces de penetrar en instalaciones subterráneas bien protegidas.
Relaciones EE.UU.-Israel Afectadas
El Pentágono confirmó la autenticidad de los documentos filtrados, que fueron compilados por la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Estos archivos detallaban ejercicios de misiles israelíes y maniobras de la fuerza aérea en preparación para el ataque potencial contra Irán. Aunque los documentos no contenían imágenes satelitales, surgieron especulaciones sobre cómo se obtuvieron y difundieron estas informaciones sensibles.
La fuga causó fricciones entre Israel y los EE. UU., con exfuncionarios de inteligencia israelíes expresando preocupaciones sobre las implicaciones más amplias de la violación. “El verdadero problema es que esto demuestra que los EE. UU. están luchando por proteger información clasificada”, advirtió un exfuncionario israelí.
Preocupaciones Regionales Más Amplias
El Pentágono negó especulaciones que vinculan la fuga a un funcionario específico del Departamento de Defensa de EE. UU. de origen iraní. El departamento está cooperando plenamente con las investigaciones en curso, buscando identificar quién tuvo acceso a los materiales filtrados. La difusión de estos documentos en las redes sociales ha planteado preocupaciones adicionales sobre la protección de información clasificada dentro de los círculos de defensa de EE. UU. e Israel.
La fuga ocurre en un momento de crecientes tensiones en el Medio Oriente, ya que Irán continúa apoyando a Hezbollah y milicias proxy en Irak y Siria. Israel se ha mantenido alerta en la preparación para posibles escaladas, especialmente después de los informes de un ataque israelí anterior a principios de este año que supuestamente destruyó un radar de defensa aérea cerca de Isfahan después de un ataque iraní en abril.