Los fiscales taiwaneses están investigando activamente a una empresa taiwanesa vinculada a un incidente reciente que involucró pagers explosivos en Líbano, lo que causó un gran impacto en Hezbollah. Como parte de su investigación, se han interrogado a cuatro personas como testigos.
Acusaciones contra Israel
Fuentes de seguridad han sugerido que Israel está detrás de la explosión de los pagers, aumentando las tensiones en una situación ya volátil. Aunque Israel no ha confirmado ni negado estas afirmaciones, el incidente ha generado un intenso escrutinio.
Una red compleja de conexiones
La cronología y el método por el cual los pagers fueron armados y detonados de forma remota siguen sin estar claros. Esta investigación se ha extendido a varios países, incluyendo Taiwán, Bulgaria, Noruega y Rumania.
Gold Apollo, con sede en Taiwán, aclaró la semana pasada que no fabricó los dispositivos involucrados en el ataque. La empresa señaló que BAC, una firma con sede en Hungría asociada con los pagers, tenía una licencia para utilizar su marca. El gobierno taiwanés también ha declarado que los pagers no fueron producidos en Taiwán.
Interrogatorios de testigos en curso
La Oficina del Fiscal del Distrito de Shilin en Taipei, que lidera la investigación contra Gold Apollo, ha confirmado que, además de dos personas interrogadas previamente, ahora han hablado con un empleado actual y un ex-empleado como testigos. Un portavoz declaró: «Estamos procesando este caso rápidamente y buscando una resolución lo antes posible», pero se abstuvo de divulgar los nombres de los interrogados o indicar si habría más interrogatorios.
Entre los interrogados la semana pasada estaban el presidente y fundador de Gold Apollo, Hsu Ching-kuang, y Teresa Wu, la única empleada de Apollo Systems. Gold Apollo aún no ha comentado sobre la investigación en curso y no ha respondido a solicitudes adicionales de información. Los intentos de Reuters de contactar a Wu no tuvieron éxito, y ambos individuos permanecieron en silencio ante las consultas de los medios al salir de la oficina de los fiscales la semana pasada.