En un estudio detallado, los investigadores han identificado qué dietas son efectivas para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Los hallazgos se publicaron en el Journal of Alzheimer’s Disease, en el artículo «El papel de la dieta en la modificación del riesgo de la enfermedad de Alzheimer: Historia y comprensión actual».
El papel de la nutrición en la reducción del riesgo de la enfermedad de Alzheimer ha sido ampliamente estudiado. Las dietas basadas en plantas, como la dieta mediterránea y las cocinas tradicionales china, japonesa e india, han demostrado reducir el riesgo, especialmente en comparación con la dieta occidental.
Las tasas de enfermedad de Alzheimer aumentan en estos países a medida que adoptan la dieta occidental. Este estudio identifica factores de riesgo de demencia, como el consumo elevado de grasas saturadas, carne, especialmente carne roja como hamburguesas y barbacoa, así como carnes procesadas como salchichas y alimentos ultraprocesados ricos en azúcar y granos refinados.
La revisión también explica por qué ciertos alimentos aumentan o reducen el riesgo de la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, la carne aumenta el riesgo de demencia al elevar factores de riesgo como la inflamación, la resistencia a la insulina, el estrés oxidativo, las grasas saturadas, los productos finales de glicación avanzada y el óxido de trimetilamina. Este estudio también destaca varios alimentos que son protectores contra la enfermedad de Alzheimer, como vegetales de hojas verdes, frutas y verduras coloridas, legumbres (como frijoles), nueces, ácidos grasos omega-3 y granos enteros.
Los alimentos ultraprocesados pueden aumentar el riesgo de obesidad y diabetes, que son factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer. Los alimentos ultraprocesados a menudo carecen de los ingredientes presentes en los alimentos vegetales enteros que previenen la demencia, como los componentes antiinflamatorios y los antioxidantes.
La pobreza es un factor importante en la enfermedad de Alzheimer en EE. UU., ya que los alimentos ultraprocesados y la carne son fuentes de energía más económicas que las frutas, verduras, granos enteros y otros alimentos más nutritivos, lo que promueve la obesidad.
El artículo también sugiere que las tasas de enfermedad de Alzheimer en EE. UU. se proyecta que aumenten un 50% respecto a los niveles de 2018 para 2038. Este cálculo se basa en la comparación de las tendencias de obesidad en EE. UU. con las tendencias de la enfermedad de Alzheimer. Esta comparación muestra un desfase de 20 años entre las tasas de obesidad y las tasas de enfermedad de Alzheimer. Esta estimación es muy cercana a la estimación publicada por la Asociación de Alzheimer en 2018, que fue de un aumento del 56%. Nuestra estimación sugiere que la creciente tendencia de obesidad, debido al consumo de carne y alimentos ultraprocesados, es el factor que impulsa la demencia. Aunque el riesgo personal de la enfermedad de Alzheimer se puede reducir con la dieta, se espera que aquellos que continúen con la dieta occidental seguirán teniendo un mayor riesgo.
«Grant y Blake revisan y sintetizan exhaustivamente el papel de los factores dietéticos en la enfermedad de Alzheimer. Las pruebas desde diversas perspectivas respaldan que una dieta que enfatiza frutas, verduras, legumbres, nueces, granos enteros, y que minimiza la carne, especialmente la carne roja, las grasas saturadas y los alimentos ultraprocesados, está asociada con un menor riesgo de la enfermedad de Alzheimer. La inactividad física y la obesidad también contribuyen a un mayor riesgo. Además, los patrones dietéticos y de estilo de vida asociados con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer se sabe que afectan la constelación de mecanismos que se cree aumentan el riesgo, incluyendo la inflamación, la resistencia a la insulina y el estrés oxidativo, entre otros. Grant y Blake argumentan de manera convincente que, aunque se necesita más investigación para comprender mejor los mecanismos, los factores dietéticos y de estilo de vida relacionados con la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos cánceres probablemente influirán en el riesgo de enfermedad de Alzheimer.»
Edward Giovannucci, MD, ScD, Profesor de Nutrición y Epidemiología, Universidad de Harvard.
«Grant y Blake proporcionan una revisión completa sobre los factores dietéticos y otros factores que afectan el riesgo de enfermedad de Alzheimer (EA). Aparte del tipo particular de dieta, demuestran que el consumo de carne roja, la resistencia a la insulina, la obesidad, las especies reactivas de oxígeno y el estrés oxidativo, los fitoquímicos y la homocisteína, entre otros factores, interactúan con la neuroinflamación y juegan un papel importante en la etiología de la EA. Este tratado proporciona una excelente visión general de los factores de riesgo modificables para la EA.»